Valencia, Castellón,
Moixent, La Font de la Figuera, Ondara, Villafranca del
Cid... son fechas unas a consolidar y otras a cuidar, por
ejemplo la primera de ellas, Valencia, que ahora, para las
fiestas de la Virgen, se ha destapado con un concurso.
Hay que dar la
enhorabuena a la empresa; lo que está bien, está bien.
Que recordemos, por estas fechas, nunca se habían programado
festejos populares en la plaza valenciana; no estaría mal
pues convertir Valencia en una plaza de festejos casi de
temporada, más allá de las típicas falleras y de julio. En
otro momento trataremos los entresijos que han surgido
respecto a este concurso, que dan para un testamento, ya que
ahora solo cabe eso, dar la enhorabuena porque, al menos la
intención, ya es importante. Veremos si toda la prensa
especializada, al menos, es capaz de reconocer el
atrevimiento de la empresa valenciana y sus organizadores en
este sentido. Una plaza de primera categoría puede
permitirse, aunque llenen solo media plaza, hacer al menos
tres concursos de anillas cada año saliendo rentable y
dejando a todos los participantes contentos.
Esperemos, entre
otras cosas, que ello no sea pues un menoscabo para la Feria
de Julio, que este festejo no reste otro de San Jaime... ahí
se equivocarían igual que ahora han acertado.
Larga vida a los
concursos de anillas en la Comunidad Valenciana y, con un
poco de suerte, igual acaban con los de recortadores que,
hoy por hoy, son un tedio, flojos, a medida de las figuras y
amañados hasta las trancas.