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Tordesillas

 


Mañana Martes va a tener lugar en la vallisoletana localidad de Tordesillas el Inmemorial Torneo del Toro de la Vega
. Ya está liada un año más. Una de las tradiciones taurinas más antiguas que existe. Tiene mucha más historia que la corrida formal. La única población que ha mantenido lancear un toro. Era algo extendido antaño, que poco a poco fue desapareciendo, pero que en Tordesillas se mantiene muy vivo. En muchas localidades se perdió hace siglos, en Tordesillas se mantiene muy viva esta tradición. Es un rito. Ahora se ha puesto de moda machacar públicamente a un pueblo sin conocerlo. Desde aquí, máximo apoyo a Tordesillas.

 

Y todos los años la misma historia, cada vez con más fuerza, porque la mentalidad de la sociedad está trastornándose de manera perversa. Una sociedad anestesiada para los problemas reales, pero que hace drama de banalidades. Pero bueno, es la que hay, y con eso hay que jugar. En tiempos en los que la tauromaquia está cada vez más desligada de lo urbanita, lógicamente el Toro de la Vega, es lo que más choca. Debiera ser motivo de reflexión, cómo desde dentro del mundo taurino, se llevan muchos años sin saber transmitir los valores de lo taurino, al que es ajeno a la fiesta.

 

Y ahí va lo que quizá cueste la crítica o el desprecio de algún aficionado al festejo popular. La defensa del Toro de la Vega. ¿Por qué? Por firme convicción y porque nunca se debe tener complejo en defender lo que se puede argumentar. Será entendible que los argumentos convenzan o no, pero argumentos son. Quizá muchos de los contrarios, no se han parado a pensar en cosas que se van a tratar en este artículo. Ábrase la mente y trátese de entender los porqués.

 

¿Qué es el Toro de la Vega? Una tradición ancestral que se celebra todos los años en Tordesillas el segundo o tercer Martes de Septiembre, dentro de sus fiestas patronales. Proviene del medievo cuando el hombre y la bestia medían sus fuerzas. El toro, como animal de culto y mito ibérico y el humano con su inteligencia. Se suelta en el pueblo el toro, recorre un par de calles y baja por el puente sobre el Duero. Al llegar a la vega, puede alancearse por los torneantes. Que son quienes previamente se han inscrito en el Torneo del Toro de la Vega y no superan la cincuentena. Si el toro traspasa el límite de la vega, se le deja vivo. Cosa que apenas ha sucedido, la verdad. Y es que, igual que sabe muy malo cuando se manipula contra lo taurino, no se debe tampoco engañar desde dentro. El toro va a morir con casi total seguridad todos los años. Es un rito duro, cierto, pero no es como se pinta, tiene muchos matices.

 

Para alancearlo hay un estricto reglamento en forma de ordenanza. Hay una normativa que no permite actuar como se quiera, y si se comporta alguien de esa manera, tiene la correspondiente sanción económica. Solo se puede clavar las lanzas yendo de frente a por el toro en campo abierto. Obviamente, al contrario a lo taurino, poco le importará que haya que tener muchísimo valor y mérito para meterse en un arenal a campo abierto con un toro de un trapío espectacular. Pero quizá al que es seguidor de lo taurino, habría que explicarle eso, porque seguramente lo desconoce. Por ello no hay crueldad porque sí, si no batalla de poder a poder entre el ser humano y el toro. Los que no entienden cómo las tradiciones taurinas se mantienen, es lógico que no la comprendan.

 

Extrañarse de que un antitaurino vaya en contra del Toro de la Vega, es como sorprenderse de que un pirómano le pegue fuego a un monte. Lo que es sangrante es que haya aficionados a la corrida que no lo defiendan o, cuando menos, lo respeten. Falta cultura taurina, y además falta inteligencia. El Toro de la Vega es el caballo de Troya. Si se acaba con él, se abre la puerta a las prohibiciones en cadena. Detrás de él, se intentará que vaya todo lo demás. Hay que defenderlo sin ambages. Podrá no gustar o podrá no entenderse, pero el Toro de la Vega es algo nuestro, del mundo taurino. No se puede dejar a Tordesillas solo.

 

Se comprende perfectamente a quienes no les pueda gustar o no comprendan la tradición. Pero confíen en un argumento de peso, hay un pueblo que no por mayoría, si no que casi por unanimidad, siente fervor por esa tradición. Aunque parezca una contradicción, en Tordesillas se venera al toro. Y el rito para rendirle culto, es el Toro de la Vega. Difícil de entender, sí, pero molestándose en aprender culturas taurinas, se le encuentra sentido. Hipócrita será defender la corrida, pero no hacerlo con el Toro de la Vega. Los que no lo hacen, ¿saben que muchas veces el toro ha muerto en un tiempo menor de lo que lo hace en una corrida? Seguramente no.

 

¿No tiene sentido esta tradición en los tiempos que corren? Eso pensarán muchos y tristemente se piensa desde dentro del mundo taurino. Pero que tengan en cuenta que igual que les pueda parecer una barbarie lo que acontece en Tordesillas, otros podrán pensar que el roscadero debe ser prohibido o que los embolados deben dejar de hacerse porque lastiman a los toros. Pues a todos ellos, decirles que sigan abriendo la mente y conozcan las tradiciones. A nadie se le obliga a que le gusten, simplemente, respetar lo que los pueblos quieren. Sentirnos superiores a un pueblo como para creer que no tienen capacidad de raciocinio taurino, es bastante torpe.

 

El pasado fin de semana se celebró en Lodosa el XII Congreso del Toro de Cuerda. Casi 20 localidades mostraron su cultura y lo que les une, una res de lidia y una cuerda. Hicieron muchísimos kilómetros y lo ahí vivido fue espectacular y una reafirmación de la afición que existe en muchas localidades. Los toros ensogados también están en entredicho, pero son casi cien poblaciones en España las que realizan festejos así. Lodosa fue la muestra del respaldo que cuentan festejos taurinos que están en entredicho desde fuera. El mundo taurino quizá no los defenderá, los que sepan de tradiciones, sí. Cultura taurina, por favor.

 

La clave debe de ser que Tordesillas respalda prácticamente por unanimidad a su Toro de la Vega. El festejo es legal, está reconocido y cumple con todas las normativas. ¿Quiénes somos los de fuera para prohibirle a Tordesillas algo que es legal? ¿Los que enarbolan la bandera de ir a la guerra contra el pueblo, sabrían situarlo en el mapa? ¿Somos superiores moralmente a los tordesillanos? ¿Los casi 10.000 habitantes son todos salvajes y analfabetos? Generalizar sobre diez mil personas es muy atrevido. En Tordesillas igual que habrá gente con poca inteligencia, también hay gente con carrera, gente culta y gente inteligente. En diez mil personas habrá de todo, y no serán ni mejores ni peores que cualquier otra localidad. Habiendo estado cuatro años consecutivos ahí, se puede opinar con conocimiento de causa. Aún sin haber visto nunca el Toro de la Vega, sus gentes transmiten su pasión por el torneo. Ese día es el día más importante del año. Se multiplica por cinco la población. ¿Son todos los que van tarados y salvajes? Está claro que no. Son un pueblo más, con una tradición única. Deben estar orgullosos de ella y defenderla.

 

Muchas costumbres y tradiciones pasaron a la historia. La demagogia de los circos romanos está demasiado trillada. Si uno se informa, sabrá que el Toro de la Vega ha sido prohibido varias veces ya y siempre ha resurgido, porque es el pueblo el que lo quiere. Contra el pueblo nunca se puede ir. Lo que dejara de hacerse, es porque el pueblo ya no quería hacerlo. Lo taurino pervive porque el pueblo lo quiere. Es así y así será. Es cultura y se debe decir sin avergonzarse.

 

En tiempos en los que las ocas ya no van a poder salir en la cabalgata de reyes de Zaragoza, ni los burricos dar paseos a los niños por la Plaza del Pilar, qué difícil es defender el Toro de la Vega. Pero aquí un firme defensor de las libertades. De las de todos. Defender las libertades llega hasta el punto de defender que sea libre el que quiera prohibir. Sin ser cazador, defender la libertad del que caza. Sin ser pescador, defender la libertad del que pesca. Aún creyendo que es una bajeza moral castrar a una mascota, defender la libertad del que quiera capar a su perro o gato. O defender la libertad del Ayuntamiento de Barcelona para ordenar exterminar cientos de miles de palomas. Y claro que las libertades llegan hasta donde empiezan las del prójimo. Prójimo, que es ser humano, no animal. El animal es animal, el hombre es hombre.

 

Que decida Tordesillas hasta cuándo quiere tener su Toro de la Vega. El día que ellos no quieran, que dejen de celebrarlo. Mientras tanto, que sean libres.

 

Nos hemos equivocado
teniendo toda la razón,
aún podemos ser libres
dentro de una canción.

Hubo un momento en que pudimos
decir que no, que lo sentimos,
nos debimos confundir.

Escribiremos nuevas reglas,
esta es la primera de ellas,
está prohibido prohibir.

 

Sácame de aquí,
no me dejes solo,
o todo el mundo está loco
o Dios es sordo.

Sácame de aquí,
no me dejes solo,
no entiendo que nos pasa a todos,
hemos perdido la razón.

 

"Sácame de aquí" - Enrique Bunbury - Flamingos

Víctor Manuel Giménez Remón



    Página publicada en Zaragoza a 1 de Abril de 2006
    Responsable de la página: Víctor Manuel Giménez Remón
    Correo electrónico: festejos@festejospopulares.net