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Desencajonamiento
y Exhibición de saltos de Nicolas Vergonzeanne
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Domingo 11 de
Octubre
a las 11 de la noche
FRANCIA,
A AÑOS LUZ
De
todos era sabido el cambio en la organización de los
festejos populares este año. Pero llegada la primera noche
de festejo... Mismo camión y mismas caras que los años
anteriores para el desencajonamiento. Que curioso. Y es que
a nadie le gusta perder el poder. Cuando se ha hecho y
deshecho los últimos años, cuesta mucho apearse de esos
privilegios. Si además los nuevos, quieren que eso siga así,
pues todos, ellos, contentos.
Volvía a la plaza que lo presentó en sociedad en
España en 2003, tras tres años
de ausencia, Nicolas Vergonzeanne.
El mejor saltador de todos los tiempos. En esta noche iba a
saltar por primera vez un toro embolado a fuego, ese era el
reclamo de la noche.
Se
desencajonó la corrida de toros que al día siguiente. Cuatro
de Andoni Rekagorri de Martín
de Yeltes (Salamanca) y dos de Cruz
Madruga de El Tornadizo (Salamanca). El toro que se
emboló también de Rekagorri, y
las vacas tanto para la exhibición francesa, como para
después para la gente, fueron de
Hermanos Ozcoz de Fuentes de Ebro (Zaragoza) y
Hermanos Marcén de Villanueva
de Gállego (Zaragoza).
Hierros y divisas de Andoni Rekagorri, Cruz Madruga,
Hermanos Marcén y Hermanos Ozcoz
En
torno a media plaza se congregó en la primera noche de la
feria, para ver este espectáculo que contaba de tres partes.

Aspecto de la plaza
Fotos: Pili
La
dirección de lidia corrió a cargo del subalterno aragonés
César Urdániz, que no hubo de
intervenir en toda la tarde.
A
la hora prevista, comenzó el festejo.
Saltó la parada de
bueyes al albero. La parada
de la ganadería de
Miranda de Pericalvo,
propiedad de la empresa
adjudicataria. Una parada de
bueyes bonita.
Desde el patio de cuadrillas
fueron bajando del camión
los toros. No se hizo en la
puerta grande por los dos
murales que se han pintado
en esta temporada. Algo que
parece lógico, para evitar
dañarlos.
Uno a uno fueron salieron
los cuatro de
Rekagorri y los dos
de
Cruz Madruga, que
fueron cuarto y sexto. De
irreprochable presencia. Un
corridón de toros. Seis
pavos por su sitio. Al nivel
de la presentada por
Fernando Pereira Palha
en 2006.
El desencajonamiento fue
aburrido, porque los toros
tenían ganas de estar
juntos. Hermanadísimos en
cuanto podían. Ni salidas
fuertes del camión. Nadie
desea que se peguen, pero sí
que hagan salidas que
transmitan. No fue así.
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Los
bueyes
Foto: Pili
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Hermanados
Foto: Pili |
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Todos
en
la
plaza
Foto: Pili |
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EXHIBICIÓN DE ARTE FRANCÉS
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Y al acabar el
desencajonamiento, comenzó la presentación de los cuatro
franceses y de la cuadrilla de emboladores de
Épila, que eran los encargados
de embolar al toro de la exhibición.

Presentación de los franceses
Fotos: Pili

Cuadrilla de Épila
Foto: Pili
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Nicolas
Vergonzeanne de
la
cuadrilla
de
Jean
Marc
Lalanne,
Ganadería
Deyris |
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Guillaume
Vergonzeanne de
la
cuadrilla
de
Jean
Marc
Lalanne,
Ganadería
Deyris |
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Negra, con el hierro de Hermanos Fraile
Mazas |
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Por delante salieron dos
vacas para completar la
exhibición. La primera fue
destinada a saltos de los
hermanos
Vergonzeanne. Toda
clase de saltos hubo.
Magistrales la mayoría.
Ejecutados con perfecta
perfección. Si
Nicolas es el mejor,
Guillaume no le anda
a la zaga. Lo que pasa que
lo del mayor es insultante.
Al margen de ejecutar todos
los saltos rozando los
cánones, tiene una condición
física portentosa.
Se vio hasta un nuevo salto,
esperando de frente y
girando en el aire para
completar una rotación
lateral. Impresionante.
Salto del ángel, mortal,
tirabuzón, landés, y todos
los que quieran. Son los
mejores del mundo saltando.
Y para poner la guinda,
Nicolas se hartó de
saltar de manera consecutiva
a la vaca. Al caer volvía a
por ella. Potencia
descomunal para realizar
tantos saltos seguidos, en
los que mezcló algún salto
del ángel. El que lo pueda
hacer igual, que levante la
mano.
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Salto
del
ángel
perfecto Foto: Pili
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Salto
landés
Foto: Pili |
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Los
dos
hermanos Foto: Pili |
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Saludando
Foto: Pili |
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Benjamin
de
Rovere de
la
cuadrilla
de
Jean
Marc
Lalanne,
Ganadería
Deyris |
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Baptiste Bordes de
la
cuadrilla
de
Christophe Dussay,
Ganadería Dal |
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Negra |
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Y es que casi hasta
a quebrar nos pueden
enseñar los franceses.
Soberbios ecarts los que
se vieron ante esta res.
Lidia ideal,
aprovechándola al
máximo. No le dieron ni
una carrera innecesaria.
Con decisión a por ella.
Le recetaron suertes
sensacionales. Se la
enroscaron a la cintura.
Brava vaca de
Marcén por
cierto. No paró de
galopar a cada cite y
entró con mucha chispa.
Vaca poca andada pero de
un juego extraordinario
para este festejo.
Benjamin demostró
por qué es uno de los
mejores en
Las Landas. Con
gran talla se rebozó con
la vaca y sacó los
mejores ecarts de la
noche. Ajustadísimos y
marcando con clase la
suerte. También probaron
con suertes al alimón,
que quedaron muy
vistosas, sumándose
Nicolas a la
fiesta saltando. Los
landeses desprenden
torería.
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 Ecart de Baptista Foto: Pili

Componiendo la figura Foto: Pili

Abrazado
Foto: Pili |
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 Al alimón Foto: Pili 
Bueno Foto: Pili |
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 Ajustadísimo Foto: Pili 
Rebozándose Foto: Pili 
Alimón y salto Foto: Pili |
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 Los tres recibiendo la ovación
Foto: Pili |
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EXHIBICIÓN
DE SALTOS Y
ECARTS CON
UN TORO
EMBOLADO |
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Nicolas
Vergonzeanne de
la
cuadrilla
de
Jean
Marc
Lalanne,
Ganadería
Deyris |
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Guillaume
Vergonzeanne de
la
cuadrilla
de
Jean
Marc
Lalanne,
Ganadería
Deyris |
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Benjamin
de
Rovere de
la
cuadrilla
de
Jean
Marc
Lalanne,
Ganadería
Deyris |
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Baptiste Bordes de
la
cuadrilla
de
Christophe Dussay,
Ganadería Dal |
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Negro |
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Y llegaba el plato
fuerte de la noche.
Tampoco era el no va
más, porque alguien que
va tan sobrado, igual le
da saltar al toro con
fuego que como se lo
pongan. Pero bueno,
tenía su gracia verlo.
Emboló
Épila con
solvencia, que era de lo
que se trataba, todo
bien. Las bolas bien
colocadas y una embolada
rápida. Perfectos en su
labor.
Y a partir de ahí, todo
en manos de los
franceses. Lo saltaron,
para variar, rozando la
perfección. Buenos
saltos del ángel,
mortales y tirabuzones.
También se animaron los
ecarteurs y resultó
vibrante.
El toro fue el que no
puso de su parte. Bien
lidiado pero sin celo y
con ganas de rajarse
pronto. Fue muy
deslucido. Muy soso y
sin la alegría que
debiera haber tenido.
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 Embolando Épila
Foto: Pili |
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 La cortada
Foto: Pili |
 Perfecto tirabuzón
Foto: Pili |
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 Buen mortal
Foto: Pili

Alimón y salto
Foto: Pili |
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 Salto del ángel de Guillaume
Foto: Pili |
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Cuatro vacas se soltaron al acabar. Dos y dos. Sin
ninguna historia la capea fue anodina y no hubo nada que
destacar en las cuatro reses.
Marcén echó en las impares las
Nº 309 y
Nº 157, mientras que
Ozcoz echó las
Nº 480 y
Nº 403 en los puestos
pares.
BALANCE DE LAS GANADERÍAS
ANDONI REKAGORRI

Los cuatro del
desencajonamiento
perfectos. Cuatro
toros de verdad, de
trapío sobrado para
una plaza así. El
embolado mal, no
estuvo bien y no
pudo lucir el
espectáculo como
debiera.
CRUZ
MADRUGA

Los dos de esta
ganadería,
conociendo
perfectamente a sus
compañeros de
cercado, se
hermanaron con los
del otro hierro. Uno
atacado de carnes y
con trazas de
bisonte y el otro un
pavo de asustar, que
iba a ser el de la
final, al día
siguiente.
HERMANOS OZCOZ

Una vaca correcta
para los saltos,
bien vale.
HERMANOS MARCÉN

Una vaca muy buena
para los ecarts, se
arrancó con
prontitud y gran
alegría. Perfecta.
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BALANCE DE LOS
ACTUANTES
En
Francia nos
dan sopas con onda a
los españoles. En
cultura del festejo
popular hay un
abismo. Así se
demuestra cada vez
que se ve la
liturgia de los
landeses en nuestras
plazas. Lidian de
manera perfecta.
Aprovechan a los
animales totalmente.
No es pónmelo aquí,
pónmelo allá. Aquí
no me gusta.
Entienden a las
reses y les sacan
todo su jugo. Para
eso hay que saber.
Por eso
Francia está
a años luz de
España.
Cuánto tenemos que
aprender en materia
taurina.
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Un festejo
escaso. Sólo una hora y media, contando con las
cuatro vacas para la capea, que fueron
intrascendentes, es muy poco. Error en la
programación, había poco en el cartel para llenar.
Hacía falta algo más porque, entre que el
desencajonamiento fue aburrido y la capea anodina,
se quedó la cosa en media hora interesante y vale.
Eso es muy poco. De cara a programar algo similar en
futuras ocasiones, hay que darle algo más al
festejo, si no queda muy pobre. Y entonces es cuando
el público se acuerda del precio de la entrada.
Víctor Manuel Giménez
Remón
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