
Domingo 12 de
Octubre a las 11 de la noche
AMPOSTA APUESTA Y SE LO LLEVA ÉPILA
Todos los años el concurso se
celebraba la noche del Sábado. Este año, cambio de día,
noche del Domingo. Al día siguiente, la fiesta era nacional
aunque muchas comunidades, especialmente las lindantes con
Aragón, no lo tenían como festivo en sus calendarios. Último
de los concursos de la feria, motivado por el uso de los
toros del Concurso de Cortes. Y es que con la idea de
hacerles a los toros un tres por uno, toca desencajonarlos
la noche de antes, recortarlos y embolarlos esa noche.
Al concurso saltaron toros de
hasta cuatro hierros. Uno del Conde de Mayalde de
Mazarambroz (Toledo), dos de Juan Albarrán de
Barcarrota (Badajoz), uno de Hermanos Ozcoz de
Fuentes de Ebro (Zaragoza) y uno de Hermanos Marcén
de Villanueva de Gállego (Zaragoza). Las reses soltadas
después del concurso pertenecieron a los dos hierros
zaragozanos.

Hierros y divisas del Conde
de Mayalde, Juan Albarrán, Hermanos Ozcoz y Hermanos Marcén
Al igual que el año pasado, cinco
fueron las cuadrillas que concursaron. Cuatro zaragozanas y
una tarraconense. Las mismas del año pasado con un cambio,
entró la cuadrilla de Borja en lugar de la de
Ricla.

El trofeo del concurso
Como es habitual en las noches de
los emboladores, en el centro del ruedo estuvo colocado el
tablao de la empresa "Ruedo Bravo".
La dirección de lidia estuvo a
cargo, de Luis Miguel Melendo "Mene", que no hubo de
intervenir en todo el festejo.
Una menor entrada que en años
anteriores tuvo la plaza. Fue leve, pero fue. No se llegó a
llenar La Misericordia, aunque sí que tuvo sensación
de lleno la plaza.
Detalle para "Cochopo"
Tras esto, se preparó el primero
toro en el camión y comenzó el concurso.
Rápida la embolada, empezaba
con un nivel alto la noche. A la cuadrilla le facilitó el
trabajo que se colocara rápido el toro. Luego giró a la
izquierda y complicó el colocarle esa bola. Ahí pudieron
irse un par de segundos. La cortada de cuerda de
"Cochopo" fue muy buena, con mérito viéndolo el toro.
Quedaron bien colocados los herrajes y aguantaron
perfectamente.
Del juego del toro, poco que
decir. Si ya por la mañana había estado deslucido a más no
poder, que fuera a funcionar en una capea era ciencia
ficción.
10´47 segundos

Se fue yendo hacia el lado
izquierdo

Buena cortada de cuerda

Las bolas perfectamente puestas
Fue el toro que más guerra dio
en el palo, y por ello la cuadrilla lo tuvo muy complicado.
Primero a un lado, el morro por delante a un lado del palo,
luego al otro lado. Muy difícil se lo puso a la cuadrilla.
No paraba quieto. La cuadrilla lo resolvió con solvencia y
pudieron realizar una buena embolada en función de las
circunstancias. La cortada de "Eloiso" tuvo un gran
mérito echándose encima del palo y alargando la mano, quizá
la mejor cortada de la noche.
El toro fue el que mejor juego
de la noche dio. Lógico, toro corrido, siempre es mejor el
juego. Además el hierro de Marcén, habitúa a tener
toros que dan un buen juego embolados en Zaragoza. Tuvo
chispa y supo estar bien en la arena. Curiosamente con este
toro se despejó la plaza con respecto al toro anterior. Qué
curioso.
15´91 segundos

Dio mucha guerra en el palo

Complicó mucho la embolada

Muy meritoria la corda de "Eloiso"

Menos guerra en la plaza, se hizo
respetar
A partir de aquí el concurso
fue in crescendo. Todo muy rápido, y bien hecho. El toro se
colocó rápido, la cuadrilla se dio aire y en menos de nueve
segundos estuvo todo hecho, con una cortada rápida y eficaz.
Quedaron bien colocados los hierros y aguantaron los cinco
minutos preceptivos.
El toro, sin pena ni gloria.
Un toro limpio sin mucha gracia. Pues bien, bueno, vale.
8´89 segundos

Bien compenetrados

Una buena embolada
En todas las disciplinas
competitivas se dice que los grandes competidores son
aquellos que responden en el momento más importante. Cuando
más presión hay. En la cita clave. Si lo trasladamos a los
emboladores y a la cuadrilla de Épila, se puede decir
que en el concurso más importante de la temporada para
ellos, se superaron a sí mismos y realizaron la mejor
embolada de su trayectoria.
Todo rápido y bien. Compenetrados, sabiendo lo que hacer
cada uno y dejando los hierros bien puestos. Tan sólo se les
escapó algo de tiempo, aunque no llegaría a un segundo la
pérdida, al cortar la cuerda, teniéndolo que hacer
prácticamente en dos tiempos. Poco más de siete segundos y
medio es un tiempo al alcance de muy pocas cuadrillas.
De los tres limpios, este fue
el mejor con diferencia. Ya lo había sido por la mañana. Al
final el bravo suele valer, para todo. Llegó a rematar en
tablas y la actuación, siempre dentro de los parámetros de
un toro limpio, no fue nada mala.
7´58 segundos

Cortando la cuerda

Salida espectacular del toro

Bien puestas las bolas
En los tiempos de
conservadurismos y acomodamiento que corren, es bueno que
alguien arriesgue, Amposta arriesgó, se la jugó.
Amposta podía haber optado por asegurar el concurso, pero
no, ellos iban a por un tiempo estratosférico. Les salió
mal, con ello contarían, pero si les salía bien, el golpe de
autoridad era impresionante.
Poco se puede decir que una embolada en cuatro segundos y
medio. Todo fue con una sincronización fugaz. Tardó en
colocarse el toro, tozudo él y echándose en el falta que se
le moviera para centrarlo, todo hay que decirlo. Casi
estaban las manos en los herrajes todavía cuando la soga ya
se había cortado. Impresionante.
Pero, las dos o tres décimas que les hubiera supuesto dar un
apretón más al herraje, no estuvieron, y dentro de los cinco
minutos tras la embolada, cayó un herraje. Así es esto, si
no están bien apretados se caen. Tenían tres segundos de
margen para ganar, pero apostaron fuerte. Salió mal la
apuesta, pero gracias por apostar. El mundo debiera ser de
los que se arriesgan.
El detalle feo fue el del
público que aplaudió y jaleó la caída de la bola de
Amposta. Nunca se debería aplaudir un fallo, siempre un
acierto. Lo que correspondía era un respetuoso silencio,
murmullo por lo que había pasado y nada más. Nunca alegrarse
por el error. Una pena, pero así es el ser humano.
El toro, pese a estar corrido,
flojo. Estuvo por la plaza sin mucha más historia.
4´54 + 30´00
penalización = 34´54 segundos

Tardó en colocarse en el palo

Impresionante el tiempo que
hicieron
RESULTADO DEL CONCURSO
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Épila |
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Ganadores

Recibiendo el trofeo

La cuadrilla posando con el
trofeo
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Tras el concurso, como es
costumbre se soltaron vacas para el público. Dos de
Hermanos Marcén, primera y tercera y dos de Hermanos
Ozcoz, segunda y cuarta.
1ª vaca: Nº 213, tostada
bragada de Hermanos Marcén
Realizó una buena salida. Tuvo una actuación buena.
Estuvo entregada y quiso trabajar. Tuvo chispa para rematar
en tablas en especial en un fuerte remate. También subió al
tablao trabajándolo bien. Completó sus acciones positivas
haciendo hilo a los recortes acompañando hasta tablas.
2ª vaca: Nº 29, negra de
Hermanos Ozcoz
Una clásica en Zaragoza. Hizo una buena salida de
toriles, galopó en las primeras arrancadas. Con mucha raza
remató en tablas propinando golpes importantes, tirándose a
tablas con fuerza. Al tablao subió haciendo hilo a por la
presa. Estuvo muy seria mandando en la plaza y haciéndose
respetar mucho. Ni de lejos en el ruedo hubo la misma gente
que hasta entonces. Actuación muy buena.

Hasta arriba la de Ozcoz

Subió al tablao
3ª vaca: Nº 173, colorada
ojinegra bragada meana axiblanca gargantilla de Hermanos
Marcén
Alguna arrancada suelta y poco más. Despreció cites y se
reservó demasiado. No quiso doblarse en los recortes y le
faltó celo a la hora de perseguir. No estuvo bien.
4ª vaca: Nº 722, negra de
Hermanos Ozcoz
Una gran salida la de la última de la noche. Como un
rayo salió de toriles. Si empezamos así bien. Tuvo mucha
movilidad y no paró quieta durante toda su actuación.
Atendió a los estímulos y se mostró codiciosa en arrancadas
muy buenas. Vaca entregada y con raza. Dejó un gran remate,
en medio de todo el trabajo que hizo, muy bueno, tirándose
con todo echando la cara al callejón. Una de las reses
destacadas en la feria.

Citándola desde el tablao
BALANCE DE LAS GANADERÍAS
Conde de Mayalde: un toro, deslucido
y con muy poca gracia. Tampoco hay que
echarle muchas cuentas. Un toro suelto
de ganadería que lidia en corridas... Es
lo que hay.
Juan Albarrán: dos toros. Uno sí,
bravo, con su chispa y que estuvo bien.
Y otro, pues que estuvo por la arena con
dos hierros, uno en cada cuerno.
Hermanos Marcén: bien el toro que se
emboló, siendo el mejor de la noche.
Bien la primera vaca soltada y floja la
segunda. Actuación buena en conjunto.
Hermanos Ozcoz: el toro que se
emboló, pues bien, bueno, vale. Un toro.
Las dos vacas posteriores muy bien, de
gran juego, imponiendo respeto y siendo
lo más destacado de la noche en cuanto a
comportamiento de los animales.
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BALANCE DE LAS CUADRILLAS
No
se puede decir que ninguna estuviera
mal. Bien unas, muy bien otras. Los
Concursos de Emboladores siguen
dando pasos grandes. Pensar que con diez
segundos, se podría quedar cuarto, era
impensable no hace mucho. Pero así es
ya.
Épila se llevó el gato al agua con
merecimiento, porque fueron los más
rápidos que hicieron todo bien, han
progresado mucho y han llegado a un
tiempo al que no todas las cuadrillas
pueden llegar. El Buste y Tarazona
también hizo un tiempo muy bueno, La
Almunia de Doña Godina también con
un tiempo bueno y Borja, algo más
alejada, pero pechando con la embolada
más difícil de la noche. Y Amposta,
que apostó. Le salió mal, pues mala
suerte. Pero en esos tiempos, son la
única cuadrilla que se puede mover. Es
lo que hay. Son, a día de hoy, la mejor
cuadrilla. Apostaron por el récord y
perdieron, pero apostaron. El mundo
taurino es para los valientes.
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Un buen concurso pero con
detalles a corregir. El primero, por delante, el de las
cuadrillas participantes. Si se le quiere dar categoría al
concurso tiene que abrirse el abanico de cuadrillas. Que sí,
que bien, que vale, que tienen que predominar las cuadrillas
zaragozanas, pero hay que mirar más allá del ombligo de uno.
Pudiéndose embolar seis toros, tres cuadrillas de Zaragoza y
otras tres foráneas, le daría otro aire al concurso. Y claro
que embolar seis toros podría ser de suicidio colectivo en
la plaza por el aburrimiento, pero bueno eso se arregla no
estando más de cinco minutos, los necesarios para las
penalizaciones, en la arena. Total, un toro con ese tiempo
que esté, sobra. Ahora bien, eso si se quiere dar categoría,
si no, como parece que es, que siga habiendo politiqueo por
el medio, con la mano de la D.P.Z. y sus
correspondientes alcaldes intentando meter baza, y por
desgracia consiguiéndolo, porque se les consiente.
Otro aspecto a corregir es el
de los toros. O todos limpios, entendiendo por limpios los
jugados por la mañana en el concurso, o todos corridos.
Había disponibles seis limpios, y lógicamente también habría
manera de conseguir seis corridos. Así que o unos u otros.
Porque lo que no es justo es embolar unos un tipo de toro y
otros otro. Luego ya veremos a ver si se puede intentar
igualarlos lo máximo posible de pitones, que eso ya sería lo
ideal, pero siendo realistas, no es fácil. El ideal es seis
toros corridos, porque si no tenemos de Fernando Pereira
Palha, pues no van a valer los limpios. Mejor corridos,
que dan más juego y saben hacerse respetar. Zaragoza
no es plaza de animales limpios para la capea.
Víctor Manuel Giménez
Remón
ÍNDICE
Primera mañana de Vaquillas
Cuarta mañana de Vaquillas
XXVI Campeonato Nacional de
Recortadores
Desencajonamiento y XXIV Concurso de
Roscaderos
Octava mañana de Vaquillas
X Concurso de Cortes
IX Concurso de Emboladores
Novena mañana de Vaquillas
BALANCE DE LA FERIA